Tengo una pila de revistas viejas en mi habitación que bien podrían servir como materia prima para la construcción de un nido de ratones. Están mordidas por todas las páginas y portadas pero no por dientecitos de roedor, sino por las tijeras que las han cortado. Varias veces pensé en tirarlas y creo que sí he tirado algunas, pero han sido un elemento importante de creación y me han acompañado durante algunos años. Siempre pienso que se puede exprimir en recortes cualquier revista. Crear de la basura, crear algo que nos represente y vincule.
El collage en términos generales, es una técnica artística para crear una obra a partir de unir diferentes elementos. La palabra proviene de coller que significa pegar en francés. Hago collage desde hace un tiempo y lo disfruto porque puede ser catártico. Me gusta usar papel, tijeras y resistol para esto. Sin embargo el collage como técnica abarca no solo las revistas y recortes o artes plásticas también la música, la escritura, el cine, la escultura, etc. Creo que abarca todo, incluso, sale de la creación artística y se inserta históricamente en la vida cotidiana de todxs ¿Acaso las personas no siempre vamos uniendo nuestras historias, nuestros relatos y pedazos para (re)construirnos? El collage es una técnica que permite el diálogo con una misma al crear analogías entre lo que nosotras queremos plasmar en el papel, los recortes que usamos, con qué estilo los cortamos y con lo que una ha ido quitando y poniéndose en la vida. El collage de manera colectiva también sirve como una metáfora de unir, no sólo los recortes, también encontrar puntos de unión y fuga entre nuestras historias y deseos con otrxs.
Al ser aparentemente una técnica sencilla que casi todxs podemos hacer, he experimentado hacer collage con diferentes tipos de personas. Con adultas mayores, niñas y niños, señores, amigas, mujeres desconocidas que el collage hizo que nos conociéramos. Es un ejercicio que no solo nos brinda tranquilidad, un momento de ocio, también potencia nuestra creatividad, elemento decisivo para imaginar otros escenarios, en el mundo y en nuestras vidas. Hemos usado esta técnica en el trabajo con adultos mayores y menores de casas hogar, los invitamos a que a partir de conocer las historias de cada abuelx utilicen recortes para ilustrar las vidas de estos ancianos; es divertido porque los recortes ya están dados, entonces cada uno tiene que usar su imaginación para representar aquello que desea. Al final siempre se hace una pequeña exposición, cada trabajo único guarda los relatos que se compartieron.
También he trabajado con mujeres que dijeron nunca haber creado una composición artística. Me gusta observar cómo van hojeando las revistas, cómo van combinando colores y recortes, texturas, su paciencia al unir y al pegar, cuando terminan sus resultados son hermosos. Su proceso es parecido al mío, me reflejo. Siempre sonreímos; Pensamos que el arte le pertenece a otros, nos han educado que para crear tenemos que tener cierta educación. Sospechamos de nosotras mismas, sin embargo todxs podemos hacerlo, con tijeras, con papel o con palabras.
